Cubiertas y fachadas
 

El hombre comenzó a utilizar el cobre hace unos 10.000 años. A través de la historia muchos han sido los edificios recubiertos de este material de los que tenemos constancia. El Panteón (Roma, año 27 a.C., es un ejemplo paradigmático de este uso).

Ya en la época medieval, numerosas grandes iglesias y palacios europeos tenían cubiertas de este material. No en vano, a la ciudad checa de Praga se la conoció durante siglos por la “Ciudad Dorada”, por los destellos que arrancaba el sol de sus cúpulas de cobre.

Nave
Panteón de Roma
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Iglesia de Hildersheim creada en 1280
 

El zinc, en menos medida, también ha sido un elemento tradicional en la arquitectura europea, sobre todo en las zonas del norte del continente y en Francia.

La menor utilización del zinc frente al cobre y otros elementos metálicos ha venido dada, históricamente, por las impurezas que este material podía contener (plomo, hierro, cadmio, etc), imposibles de eliminar con los tradicionales métodos de transformación mineral, y que hacían de que el material fuera de forma progresiva deteriorándose y deformándose.


Hoy en día, las aleaciones electrolíticas de Zinc-Titanio-Cobre, elaboradas a partir de unas materias primas de gran pureza, nos permiten realizar cubiertas y fachadas con elementos de gran longitud sin que aparezcan estos efectos indeseados.
En las construcciones actuales podemos encontrar dos formas principales de colocación de elementos metálicos: el sistema Tradicional y el sistema de Bandejas, también conocido como de Bandas Largas.

SISTEMA TRADICIONAL.- Las dilataciones térmicas son absorbidas mediante la colocación de juntas que limitan el tamaño de las bandejas y piezas metálicas.

SISTEMA DE BANDAS LARGAS.- Se utilizan bandejas de material metálico de longitudes más amplias, a partir incluso de tres metros, fijadas con patillas móviles que permiten la dilatación y el movimiento de los elementos constructivos.

Maquinas

  Maquinas

También es posible realizar cubiertas mediante la utilización de TEJAS metálicas, bien en forma de rombo, de “pico de pala”, o de cualquier otro diseño personalizado por el arquitecto. Estos elementos, realizados mediante la estampación y el conformado, se engatillan unos a otros consiguiendo unos efectos de continuidad constructiva y vistosidad realmente deseables, sin perder, por ello, ni un ápice de seguridad e impermeabilización.

La moderna implantación del sistema de Bandejas y de Tejas hace que hoy cada vez sea más frecuente la adopción de soluciones metálicas para el cierre de cubiertas y fachadas en edificios.

La propia versatilidad y ductilidad del cobre y el zinc hacen que técnicamente sea posible realizar casi cualquier diseño que salga de la mesa del arquitecto, superando los problemas tradicionales de los cambios de pendientes, la continuidad, etc.
Es en esta situación actual donde se enmarcan los sistemas de INDUSTRIAS CUBYCAN. Nuestro personal, instalaciones y maquinaria nos permiten realizar cualquier instalación de cualquiera de los sistemas expuestos.